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domingo, 22 de enero de 2012

caras contra descaro


A finales de diciembre, a las 8:30 de la noche, fui asaltado en público por el agente de la Seguridad Volodia, junto a otro señor agente, cuyo nombre desconozco, en la calle 26 y Zapata. Me pidieron que me quitara el pullover que llevaba puesto con la imagen de Laura Pollán. Ante mi negativa, ambos me quitaron y ripiaron el pullover. Tras el atropello decidí tatuarme a Laura en mi pecho y luego de conocer la muerte en la noche del 18, de Wilman Villar Mendoza, decidí tatuarme su rostro también y el de Zapata Tamayo, otras víctimas de este sistema dictatorial, que deja derrumbar edificios habitados y prefiere gastar dinero en recrudecer su poderío y así contribuir a la pérdida de vidas inocentes. A partir de ahora, que me arranquen la piel.




3 comentarios:

  1. tE FELICITO HERMANO, TIENES UN GRAN VALOR PARA MI, SALUDOS DESDE LAS VEGAS, ESTADOS UNIDOS, UN ABRAZO:
    LUIS

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  2. Que mujer tan increible Laura Pollán con una fortaleza tan grande que hacía temblar al régimen, un régimen que pronto será un pasado...

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